divendres, 10 d’octubre del 2008

GRADIVA: UNA HISTORIA DE AMOR. Por Graziella Baravalle.



Gradiva, una historia de amor

Graziella Baravalle

Sábado, 28 de Octubre 2006
Ateneu Barcelonès

Jornada FREUD, DALÍ Y EL SURREALISMO
ANY FREUD 2006 BCN



Lo central, el eje del psicoanálisis es la transferencia, es decir, el amor, aunque en los comienzos el psicoanálisis fue acusado de pansexualismo.
Les hablaré hoy en este homenaje a Sigmund Freud, el inventor del psicoanálisis, de los amores y de las transferencias que se produjeron desde la obra anónima del tallador de un relieve de la antigüedad griega, hasta el surrealismo, y para ello me referiré fundamentalmente a la novela de W. Jensen de 1903, Gradiva, una fantasía pompeyana, al texto de Freud titulado El delirio y los sueños en la Gradiva de Jensen, (1907) y a los dibujos y pinturas de Dalí con el tema de Gradiva. Esto no quiere decir que el sexo esté ausente en esta historia, puesto que en las ruinas de Pompeya se descubren mosaicos , pinturas e inscripciones que se relacionan con el erotismo y con la prostitución. Pero ésto se elide, es decir se reprime, tanto en el texto de Jensen como en el de Freud, no así en la obra de Dalí.
Se trata pues de pasajes entre diferentes formas de producción cultural, un bajorrelieve, una novela, un escrito psicoanalítico, unos cuadros. Y Gradiva, con su andar resplandeciente, camina por todas ellas. Nosotros la seguiremos para reflexionar, no sólo sobre una historia de amor, sino sobre la representación de una mujer con una característica muy especial, su andar.
Según explicó el mismo Jensen a Freud, el origen de su novela fue un relieve (que ahora está en el museo del Vaticano). Imagen 1.(Estas imágenes son tomadas del catálogo “Gradiva:Dalí” del Museo Thyssen de Madrid).
Esta joven, que avanza con ese paso peculiar dejando el pie posterior en posición casi vertical, es la primera inspiración de Jensen para su novela. Y le da el nombre de Gradiva. Este nombre sería una especie de neologismo latino que, según Jensen querría decir algo así como “la que hermosamente avanza”. El nombre vendría del verbo latino gradior (avanzar) y del sustantivo gradus , que quiere decir avance o paso adelante y del que deriva la palabra “progreso”. Es el femenino de gradivus, uno de los nombres de Marte, el dios de la guerra, que también se ha traducido como “del andar resplandeciente” tal vez por el brillo del escudo. Fue Gustav Jung, psicoanalista suizo que en ese momento era el futuro delfín de Freud, quien le comentó a éste la existencia de la novela . Freud la lee y escribe su texto El delirio y los sueños en la Gradiva de Jensen publicado en alemán en 1907, pero recién en 1930 traducido al francés por Marie Bonaparte. La traducción española ya había aparecido en 1923, dentro de las Obras completas (1922-1934). Es decir que algunos surrealistas alemanes como Max Ernst podían haber leído el texto de Jensen y el de Freud, pero en lengua francesa el tema de la Gradiva comienza a tener importancia a partir de 1930. Dalí la convierte en tema central de muchos de sus cuadros y André Breton funda una galería de arte surrealista en 1937, para la cual pide un logo a M. Duchamp, que también pinta la puerta de entrada.
Como ven, muchos pasajes, muchas traslaciones, muchas traducciones, o sea, psicoanaliticamente hablando, muchas transferencias.
Me voy a centrar en algunos rasgos de la Gradiva de Jensen, luego en cómo son trasladados o interpretados por Freud, y finalmente cómo aparecen en algunos ejemplos de la Gradiva de Dalí.
La novela de Jensen tuvo mucho éxito en su momento. Podríamos considerarla como una novela romántica y de misterio. Está muy bien estructurada y construida por un
comienzo, cuatro encuentros, tres sueños y un final, en este caso un final feliz, por lo menos hasta donde llega la novela.


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dimarts, 7 d’octubre del 2008

ENTRE SUBVERSIÓN Y RESISTENCIA. Por Juan Bauzá.


Entre subversión y resistencia

Juan Bauzá

Sábado, 28 de Octubre 2006
Ateneu Barcelonès
Jornada FREUD, DALÍ Y EL SURREALISMO (ANY FREUD 2006 BCN)

Del título: subversión y resistencia

Antes de desarrollar propiamente el título que he propuesto, tal vez un poco enigmático para muchos de ustedes, conviene que me explique acerca del mismo: “Entre subversión y resistencia”. Podría haberlo titulado: “Entre revolución y reacción”, pero estos dos términos tienen una carga ideológica inconveniente.

Con “subversión” me refiero, en primer lugar, al término que Jacques Lacan nos propone para definir el efecto fundamental que comporta el corte epistemológico que constituye el psicoanálisis en el saber, en la ciencia y en la cultura, y, en definitiva, en la civilización que aquellos conforman. Esta subversión es una subversión del sujeto: El sujeto, en efecto, deja de verse como una unidad psíquica, identificado con su consciencia y con la subjetividad yoica egosintónica a la que lo reducen, teórica o prácticamente, los psicólogos, para verse como un sujeto dividido, incluso desgarrado y esencialmente determinado en gran parte inconscientemente en su ex-sistencia, a pesar suyo exilado de sí mismo y alienado al Otro, incluso necesariamente.
Por otra parte, “subversión” se refiere a su sentido común, es decir a la conmoción de las ideas y de los valores aceptados y arraigados incluso hasta el punto de la evidencia, a la inversión del orden establecido. Subversión es aquella actividad, acción o acto destinado a conmover, a modificar de manera radical, más o menos violenta, la estructura establecida como lo “normal”. La subversión es previa a la revolución o a la revuelta.

La reacción a la subversión puede ser la “resistencia”, palabra ambigua, dependiendo del bando en que nos coloquemos: como invadidos que resisten al invasor, considerado un reaccionario que quiere: derrotar, destruir aquello en lo que creemos; o como conservadores que se resisten al cambio, al progreso, a la revolución. Pero aquí, utilizo el término resistencia sobre todo en sentido freudiano: “Todo aquello que impide o dificulta el trabajo analítico”, conducente a la verdad del sujeto, a la existencia auténtica, a lo real, resistencia, pues, de ese yo, de ese ego identificado con su consciencia que se contrapone, que se resiste al sujeto del inconsciente, al deseo, a la “liberación” del sujeto, en lo individual o en lo social. Sujeto del inconsciente que, por otra parte, en otro sentido, aparece como representante de lo que Freud llama el núcleo de nuestro ser, que resiste, que permanece en su ser. Habrá que esperar a Lacan para que se hable de una resistencia estructural a la significación, asociada al sujeto como ser de lenguaje, lo que produce un oscurecimiento del significado del sujeto o para el sujeto.

¿Por qué entonces “entre subversión y resistencia” para hablar de surrealismo y psicoanálisis?

Del surrealismo y el psicoanálisis como movimientos de liberación: similitudes y diferencias. El problema del deseo como cuestión preliminar a toda liberación posible

Surrealismo

El surrealismo es un movimiento de ideas, de creación poética y artística, y de acción que se apoyará explícitamente entre otros sobre algunos descubrimientos freudianos, a los que pronto se agregarán la dialéctica hegeliana y el materialismo histórico marxista-leninista. Podemos plantearlo asimismo, con estos elementos, como un movimiento de liberación del hombre, liberación individual y liberación social. Como declara Bretón en su texto de 1935, Posición política del surrealismo:

Transformar el mundo ha dicho Marx, cambiar la vida ha dicho Rimbaud, de estos imperativos nosotros no hacemos sino uno solo.

Bretón fue el gran inspirador del movimiento surrealista, su teorizador fundamental y su líder intelectual. Una crítica del surrealismo pasa necesariamente por una crítica a sus escritos, a su posición. En Bretón y en su obra, la verdad o la semilla de verdad del surrealismo alcanza su mayor grado de claridad. Así que podemos considerar el pensamiento de Bretón que se expresa en sus obras, como la esencia y el criterio de demarcación del surrealismo, y esto más allá de que las ideas y las producciones de quienes en un momento u otro formaron parte del “grupo” surrealista requieran asimismo estudios particulares, a ser posible libres de prejuicios de oídas. En particular aquí nos interesan aquellos que mantendrán un vínculo más estrecho, directo o indirecto con el psicoanálisis, ya sea en el plano teórico o experiencial, por ejemplo uno de los que aquí nos ocupan: Salvador Dalí, ¿qué es lo que en él puede considerarse propiamente surrealista y referirse al surrealismo, y qué es lo que se escapa del mismo? Lo mismo podríamos decir de autores como René Crevel, Raymond Queneau o Luis Buñuel, cuya obra me parece asimismo fundamental para el tema que nos ocupa.
Aquí considero el surrealismo en su relación con la búsqueda de la verdad y como he dicho como movimiento de liberación del hombre, tendremos que ver en qué sentido para no caer en utopías ilusorias. Para Bretón, como él mismo dice explícitamente al respecto:

La búsqueda de la verdad se halla en la base de toda actividad que podamos considerar válida.

Y ello a pesar de que el término y la noción de “verdad” no son en absoluto evidentes en su significación y, por consiguiente problemáticos en sí, digamos epistemológicamente y en su relación con otros campos estrechamente vinculados: la lógica, la ética, la estética, la ciencia, etc. Se considera que esa verdad está estrechamente relacionada con una liberación auténtica, “sólo la verdad os hará libres”, o al menos permitirá tomar consciencia de la imposibilidad o en todo caso de los límites de esa libertad. En este sentido podemos decir que el optimismo o la esperanza revolucionaria del 2006, no es el mismo que el optimismo de los años 20, o el de los años 60, o de los 80. El optimismo de los surrealistas o del espíritu del mayo del 68, no es el mismo que el optimismo de Freud, por ejemplo, que no es excesivo, porque como veremos pasa por la toma de consciencia de una ausencia esencial, estructural, una falta, une manque, un défaut, asociada como después mostrará Jacques Lacan a lo que él llama el parlêtre, el hecho de que somos un ente de lenguaje.

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FREUD, DALÍ I EL SURREALISME. Presentació de la Jornada per María José Muñoz



FREUD, DALÍ I EL SURREALISME
Presentació
Mª José Muñoz

Dissabte, 28 d’ octubre de 2006
Ateneu Barcelonés


Malgrat que ens podríem anar a la història per trobar els precedents, tant socials, polítics, com metodològics del surrealisme, ens situarem en la primera relació més formal que es troba entre la psicoanàlisi i el surrealisme.
El 1924 André Bretón va escriure el seu primer manifest del surrealisme amb el qual es va inaugurar l’anomenat moviment surrealista. En aquest text i, després de fer una dura crítica del materialisme, el realisme, el psicologisme i el logicisme, tots ells reduccionistes i mancats d’imaginació, Bretón n’ofereix una alternativa. Aquesta alternativa es recolzarà en dos puntals bàsics del pensament freudià. El primer està constituït pel mètode “de l’associació lliure” que esdevindrà, dins d’aquest context, la definició mateixa del SURREALISME: “Automatisme psíquic pur mitjançant el qual s’intenta expressar verbalment, per escrit o de qualsevol altra manera, el funcionament real del pensament. És un dictat del pensament, sense la intervenció reguladora de la raó, aliè a tota preocupació estètica o moral”. L’altre eix, el descobriment de Freud de l’existència de l’inconscient en l’ésser humà, és l’argument de la seva filosofia: “el surrealisme es basa en la creença en la realitat superior de certes formes d’associació rebutjades fins a la seva aparició. Tendeix a destruir definitivament la resta de mecanismes psíquics, i a substituir-los en la resolució dels principals problemes de la vida.”
Tanmateix aquest lligam inicial del surrealisme amb la psicoanàlisi va patir, al llarg de la seva història, tot tipus d’avatars, friccions i ruptures. Moltes d’aquestes diferencies es devien a factors conjunturals, com per exemple:
- El poc coneixement, si més no, parcial, i poc a poc, de l’obra de Freud fins aleshores, i a vegades per falta de traduccions.
- Les diferents lectures dels conceptes que van fer els psicoanalistes post-freudians i d’altres intel·lectuals, per exemple del concepte de repressió o el de sexualitat, o també el de allò que es normal o patològic.
- La cada cop més present anàlisi de la realitat en termes marxistes, amb el seu materialisme dialèctic.
D’altres diferencies vindran de la mà de la concepció tant epistèmica com causal del subjecte del que es tracta en la psicoanàlisi i en el surrealisme, per exemple, la confusió de la divisió del subjecte de la que parla la psicoanàlisi, amb la necessitat de objectivació del subjecte en un objecte extern, plantejada per Hegel en el seu moviment dialèctic.

Enmig d’aquest panorama, cal destacar la figura de Salvador Dalí, el qual, tot inscrivint-se completament en el moviment surrealista, no deixarà de ser un “fervent” defensor de Freud, de la psicoanàlisi i del surrealisme mateix. Mirant-lo amb perspectiva, el seu paper es podria comparar amb el que Lévi-Strauss assignava a “l’element mediador” en la seva fórmula canònica de l’estructura dels mites: figura que conté en si mateixa alguna cosa dels components d’una oposició i que permet el passatge d’un extrem a l’altre. Dalí mai no va renunciar al moviment creatiu que suposava el surrealisme però tampoc a la base psicoanalítica que aquests actes comportaven. Anava d’un cantó a l’altra nodrint-se de cadascú dels pols; important i exportant idees del surrealisme a la psicoanàlisi, i de la psicoanàlisi al surrealisme.
Sigui com sigui, el que és veritat, es que el surrealisme i els moviments polítics i culturals d’aquella època van ajudar a difondre la psicoanàlisi, però també que, la majoria de tòpics i prejudicis que continuen produint-se actualment, provenen de aquestes lectures esbiaixades pel seu context, la seva parcialitat i contaminació ideològica.
Es per això I amb la perspectiva que ens dona el temps, que ens podem replantejar algunes preguntes: Quines incidències van tenir, en la relació entre la psicoanálisi i el surrealisme, els postfreudians, d’una banda, i la concepció materialista del partit comunista, de l’altra? Què representa Salvador Dalí dins d’aquesta tensió/distensió entre totes dues concepcions i per què es considera ell mateix l’encarnació del surrealisme? Es pot dir que el surrealisme va morir amb la seva dissolució com a moviment cultural el 1968? Què sobreviu d’aquest moviment i quines coses es poden rescatar avui de l’aposta feta per una sobrerealitat o una realitat altra que la que defensa el positivisme lògic?
En aquesta jornada, que proposem com a una forma més de commemoració del 150è aniversari del naixement de Freud, els nostres ponents ens aproparan al tema des de diferents vessants i perspectives.


BIBLIOGRAFIA SOBRE FREUD, DALÍ I EL SURREALISME

Sobre Surrealisme en general

- ALEXANDRIAN, S., Le surréalisme et le rêve, Gallimard, .
- ALQUIÉ, F., Filosofía del surrealismo. Barral, 1974.
- BIRO, A. y PASSERON, R., Dictionnaire général du surréalisme et de ses environs, P.U.F., 1982.
-BRETON, A., Oeuvres completes, París, Gallimard, “Bibliothèque de la Pléiade”, 3 vols. Son interesantes especialmente sus diversos Manifiestos del surrealismo y Los vasos comunicantes. Existen varias traducciones al español en diversas editoriales.
- CREVEL, R., L’esprit contre la raison et autres écrits surréalistes, París, Pauvert. Son especialmente interesantes: Dalí o el antioscurantismo (trad. cast.: Editorial Olañeta, 2004) y El clavecín de Diderot
- GIMÉNEZ FRONTÍN, J. L., El surrealismo. Ed. Montesinos. BDT/21.
- NADEAU, M., Historia del surrealismo. Ariel, 1972.
- SEBAG, G., El surrealismo, Ed. Nueva Visión.
- THIRION, André, Révolutionnaires sans révolution, Paris, Belfond.


Sobre Salvador Dalí i la seva obra

- DALÍ, S., Obras completas, 8 vols. Ed. Destino, 2003, ss.
- DESCHARNES, R., Dalí. La obra pictórica, Ed. Taschen Köln
- GIBSON, I., La vida desaforada de Salvador Dalí, Ed. Anagrama.
- SANTOS TORROELLA, R., La miel es más dulce que la sangre. La época lorquiana y freudiana de Salvador Dalí, Ed. Seix-Barral, 1984
- SANTAMARÍA DE MINGO, V., El pensament de Salvador Dalí en el llindar dels anys trenta, Ed. Universitat Jaume I, Castelló, 2005

Sobre la relació entre Freud i el surrealisme

- BRETON, A., Entrevista con el profesor Freud en Los pasos perdidos. Madrid, Alianza, 1972.
-BRETON, A. y FREUD, S., Tres cartas de Sigmund Freud y la réplica de Breton, en Los vasos comunicantes. Madrid, Siruela, 2005.
- DÍAZ, M., ¿Un malentendido? I, II, III. Revista Tres al cuarto, nºs. 2, 3, 4 (1997-1998).
- SCHMIDT-BURKHARDT, A., Breton en la consulta de Freud. La desilusión de un encuentro. Revista La balsa de la Medusa, nº 36, 1995.
- ZWEIG, S. y FREUD, S., Correspondencia, Ed. Gedisa. Especialmente, carta del 20 de julio de 1938 sobre la visita de Dalí a Freud.



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